FOTOGRAFÍA Y DISEÑO
OBRA FOTOGRAFICA
domingo, 19 de julio de 2015
martes, 7 de abril de 2015
La Esfera, cuento corto
Por: Coco Arredondo
Cuando era pequeño
(tendría 5 años) recuerdo que mis abuelos tenía una colección de libros en casa
llamada: El Nuevo Tesoro de la Juventud, eran no muy grandes con la cubierta
blanca y un árbol en la portada, me gustaba mucho ojearlos pues ilustraba cada
tema con fotografía o dibujos, los dibujos, recuerdo que eran generalmente en
color negro hechos con tinta china y a pincel;
en uno de esos libros, encontré una fragmento de la obra de Dante
Alighieri La Divina Comedia y leí por primera vez los primeros tres versos de
la obra, y aunque no comprendía en totalidad el significado del primer verso:
“A
mitad del camino de la vida,
en
una selva oscura me encontraba,
porque mi ruta había extraviado”
intuía un profundo
significado aunque en ese momento no lo comprendía; ahora a mis 40 años
comprendo un poco más la frase de Dante, ahora entiendo la referencia que hace a
la vida de personas que han llegado a una etapa adulta; en ésta etapa ya no
somos niños o adolescentes y estamos más cercanos a la muerte, somos más
propensos a pensar en ésta; pensaba que a mis 40, tal vez estaba en el culmen
de mi vida, pero no creo que así sea.
La selva oscura
representa sin duda, la incertidumbre de no conocer el futuro o de enfrentarse
a nuevos caminos a retos que quizá nunca imaginamos vivir, por algo inicia con
esos versos en el infierno.
Esta historia es sobre
eso que se llama vivir, lo cual no solo significa respirar, caminar, alimentarse,
reproducirse y morir; vivir empieza a tomar diferentes aristas y tintes
conforme avanza la edad y las expectativas en nuestra vida van cambiando o son
moldeadas por fuerzas externas que no entendemos, que ni siquiera imaginamos
que puedan existir.
Todo comienza cuando
deshabito el espacio líquido dónde crecí, un profundo respiro (como el que se
toma antes de sumergirse en una alberca intentando llegar hasta lo más profundo),
llanto…de pronto abro mis ojos, veo mis manos y pies, diminutos comparados con
lo grande que eran en el otro universo donde viví, todo pasa tan rápido que
pierdo la conciencia de tiempo y espacio, de pronto dejo de ver, mis ojos se
apagan.
Despierto y estoy
rodeado de gente, aún no me reconozco en el mundo físico lo único que alcanzo a
ver nuevamente son mis manos y mis pies en forma borrosa: veo gente, no me
puedo comunicar con ellos, un mundo de preguntas inundan mi mente, me dejo
llevar por esta nueva experiencia creo que mí vida en éste mundo tiene un rato
de haber comenzado aunque no sea completamente consciente de ella.
Apenas puedo balbucear
palabras, pero cuando hablo con mi madre para preguntar: ¿cómo llegué aquí? hace
referencia a que nací en mi casa, me comenta quien la ayudó en el parto, creo
que mi madre no entiende que me no refiero a éste cuerpo físico que me contiene,
sino más bien al espíritu atrapado en él mi verdadera esencia (pero no me sé
explicar); trato sin éxito de recordar el momento justo en que abandoné mi
universo húmedo y llegué a habitar el mundo, éste cuerpo, ¡pero no puedo
recordar!. Las palabras de mi madre explicando mi llegada, ¡no me convencen! No
las acepto, debe haber algo más. Creo que ella olvidó ya de dónde viene, olvidó
que platicábamos largas horas sobre nuestra venida a éste mundo, y sobre cómo
decidimos encontrarnos aquí como madre e hija, creo que olvidó también la
fórmula secreta para regresar, ella era mi esperanza.
Tengo 5 años y solo
puedo recordar mi vida física hasta cuando tenía 3, ahora a los 40 ya no puedo
recordar ni siquiera cuando estudiaba en la secundaria, ¿qué pasa?, no entiendo,
¿por qué se van los recuerdos?, ¿por qué me olvido de mi origen espiritual al
pasar de los años?, ¿cómo será cuando muera, cuando tenga 70?, ¿olvidare mi
origen?, ¿olvidaré que soy espíritu?.
A los 5 años me gustaba
sentarme de cabeza sobre algún sofá e imaginar que el mundo correcto es (en ese
entonces) lo que mis ojos ven al revés, donde la lámpara de la sala colgando
del techo, sería (en el mundo real) una lámpara saliendo del piso, ¿por qué las
cosas no pueden ser como en el mundo al revés que mi ojos ven? ¿qué, nadie lo
ve?. Hoy esas visiones podría pasar perfectamente como una instalación de arte
contemporáneo, claro justificando plenamente el discurso artístico, todo sería
más divertido y creo fehacientemente que es la esencia de dónde vengo: el mundo
al revés, donde no existe un cuerpo que te contenga, que límite y dónde eres
libre de creer que todo puede ser.
En el mundo al revés (lo
llamaré así para no asustar a nadie) los cuerpo no existen, el espíritu vive
libre en un espacio, infinito, no se le puede describir tácitamente pues solo existe paz y
tranquilidad, existe un sonido hermoso que semeja al viento cuando golpea los
oídos con un aire fresco, es un aire tan fuerte que podría elevar suavemente
por los cielos a una mantarraya flotante de colores, ¿lo imaginan?…no hay ruido
de camiones, ni gente hablando constantemente quejándose de sus vidas, no
existe el sonido sobresaltante del teléfono, el sonido no existe, ¡no es
maravilloso! ni siquiera el latir de tu corazón puede interrumpir esa eterna
paz. Las almas que lo habitan, no necesitan hablar para comunicarse, las
familias no existen, ¡todos son una gran familia!, no debes probar ser el más
listo de la clase, graduarte con honores, tener un empleo muy bien pagado, no
presumes tus pertenencias, pues tu única y más preciada pertenencia eres tú y
la pureza con la que vibras e iluminas el universo. Todo el concepto de lo
material que en éste mundo conocemos, no existe en el mundo espiritual, por lo
tanto, el ladrón no tiene razón de existir, porque la bondad, el respeto, y el
amor, son cosas que no se pueden hurtar.
Es casi 22 de febrero cumpliré 40 años. He dejado
de preguntarme hace mucho tiempo, por qué mi cuerpo me contiene, casi olvido mi
universo líquido, hasta el día de hoy, estando a una semana de cumplir 40 años;
vuelvo a toparme en el librero con la novela de Dante y justo abro en el primer
verso, el verso donde se hace referencia al infierno, creo que es un momento
liberador, es un duro golpe a mi confort
y a mi equilibrio humano. Me obliga a repensarme en éste mundo y a no olvidar
mi origen, a creer a dejar lo material de lado, trato de rescatar lo poco que
recuerdo del lugar de donde vine.
Una vez un amigo me
dijo que ¿cómo estábamos tan seguros de que no estábamos viviendo ya en el
infierno? - piensa bien, éste mundo es solo sufrimiento y desdicha, ¿quién te
dice que no estás ya en el infierno?-, en ese momento no tomé aprecio de sus
palabras, pero ahora, ahora todo cambia, es justo hoy cuando se revela ante mis
ojos, las repeticiones que hacen girar éste mundo, las repeticiones de vidas,
de almas (muchas ciegas y sordas) que vienen y se van de éste mundo sin
percatarse de la realidad de su origen, esas almas que se cruzan en mi vida y
que de alguna forma reconozco de vidas pasadas, ¡mi cabeza explota!, no logro
ordenar tantas ideas, pero más que ordenar, comprender, contener.
Mi cuerpo ya no es el
de aquel ser que llego a éste mundo hace 40 años, ha cambiado, sin embargo
continuo viendo solo mis manos y mis pies, mi espíritu sigue preso. Cuando
camino por las calles, lo único que ve son mis manos y mis pies, pienso en el
número de veces que recorrido esas calles, las calles de mi ciudad, una ciudad
en la que he vivido atrapado por 40 años; por más que lucho para alejarme de
esas calles y de ésta ciudad. No lo logro, me siento en una esfera de cristal
muy pequeña, creo que alguien en el exterior de la esfera, esta observando la
ciudad contendía en ella, y agita la esfera a voluntad y con maldad para
revolver la vida de los que en ella habitan, entre esas vidas, la mía.
Pero parece a nadie
importarle, creo ser la única persona que se da cuenta de ello, a veces, cuando desespero tengo miedo de
salir a caminar por las calles, temo que algo malo ocurra una desgracia, en
esos momentos volteo al cielo y trato, me esfuerzo mucho por ver esa mano que
agita mi esfera, a veces ¡con violencia tal! que todo lo construido se
desmorona (mis sueños, mis amores, mis ilusiones), así, nomás con un simpe
movimiento, no, no la he visto, solo la intuyo.
He caminado mil veces
de mi casa al centro de la ciudad recorriendo los mismos 400 metros de ida y de
regreso, no diariamente pero si año tras año, tras año, ¿no es un infierno?,
cuando lo hago, solo veo unos pies que cambian de zapatos, que repiten
trayectos, (sin la posibilidad de dejar de hacerlo), parece que estoy condenado
a repasar y repasar los mismos caminos, las mismas distancias para aprender
algo que me es imposible ver, que no logro reconocer, me siento observado,
¿acaso no es un infierno?.
En un inicio cuando
niño, esos recorridos eran fabulosos; soñaba en viajar y conocer Europa,
escalar montañas, de adolescente no me importaba hacerlos pues no caminada
solo, caminaba acompañado de una hermosa mujer que me hacía sonreír y soñar que
todo se podía hacer que no existía límite alguno, ¡Dios, era tan feliz!; pero
de adulto, de adulto me doy cuenta de que estoy maldito y condenado a recorrer
esos trayectos una y otra vez. No lo tolero, me doy cuenta de que vivo
repeticiones, de que mi espíritu no puede escapar de éste cuerpo que repite
trayectos; que no importa el tiempo, que veo mi vida deslizarse, desvanecerse
en ese mismo trayecto una y otra y otra vez sin llegar a ninguna parte de las
que soñé. ¡Eso no es vivir!
De pronto olvido que
soy espíritu y que aunque este atrapado en éste cuerpo, sé que aún conservo la
habilidad de ser libre, conservo la habilidad de liberar mi mente…es solo que
la he olvidado, así como olvido de dónde vine…¿por qué es tan difícil vivir en
éste cuerpo?, ¿por qué nadie me entiende?. ¿por qué es tan difícil recordar?.
Quisiera que el fin
llegara pronto y escuchar solo verdadera música en mis oídos, en mi corazón,
quiero escuchar al viento golpear mis oídos como un aire fresco….no quiero
continuar atrapado en éste cuerpo que se revela a mis deseos y no me da la
libertad de amar y ser amado, de acercarme siquiera un poco a mis sueños quisiera
que el fin llegara pronto, antes de que esa mano invisible agite a capricho nuevamente
la esfera y cambien de nuevo el rumbo de mi existencia.
martes, 19 de agosto de 2014
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