domingo, 13 de junio de 2010

Salamanca, Gto. México


"VEO EN ESTAS IMAGENES, TUS LABIOS MOJADOS, TU PIEL SEDUCTORA, TU INFINITA SOLEDAD EN MEDIO DE LA NADA, EN ESPERA, SI, EN ESPERA DE NADIE, LA PRESENCIA DEL PLACER DE SER, PARA EXTENDERTE EN LIBERTAD Y SONAR EN UN LIBRE ACENTO MUSICAL"

Salamanca, Gto. México
















Visita a Salamanca, la ciudad que mas bellos recuerdos me trae a mente, cada vez que llego a ella; el Centro de las Artes es un bello lugar para descansar la mirada y el pensamiento, es un lugar que fue sagrado y su paz aun se respira dentro, ahi conocí a buenosamigos, excelentes maestros, a todos los recuerdo, con cariño.
Las famosas figuras de cera, tienen un bonito museo en la ciudad, estas son algunas piezas en él y las fotografías, se exponen actualmente en el centro de las artes; el sábado llovió por la noche, he aqui la vista de ese día húmedo.





domingo, 6 de junio de 2010

Erich Fromm

¿Qué piensan del escrito anterior?, Erich Fromm es un filósofo alemán (los mejores filosofos modernos son de allá) que descubí gracias a mis alumnos de Diseño PublicitarioII, e investigando encontré este fragmento en Wikipedia, el cual paso tal cual a ustedes; en parte para compartir mis intereses, pero también para saber qué piensan ustedes de este pensamiento. No es el unico autor del que aprendo lo alejados que estamos de valorar la sabiduria y buscar el desarrollo moral e intelectual de nuestra sociedad, ya que preferimos lo material.
Otro libro que deben leer, del mismo autor se llama: "El arte de amar", espero sean de su agrado las lecturas anteriores.

El corazón del hombre; Erich Fromm

Fromm afirma en su obra "El Corazón del Hombre", que el hombre actual se caracteriza por su pasividad y se identifica con los valores del mercado porque el hombre se ha transformado a sí mismo en un bien de consumo y siente su vida como un capital que debe ser invertido provechosamente. El hombre se ha convertido en un consumidor eterno y el mundo para él no es más que un objeto para calmar su apetito.
Según el autor, en la sociedad actual el éxito y el fracaso se basa en el saber invertir la vida. El valor humano, se ha limitado a lo material, en el precio que pueda obtener por sus servicios y no en lo espiritual (cualidades de amor, ni su razón, ni su capacidad artística). La autoestima en el hombre depende de factores externos y de sentirse triunfador con respecto al juicio de los demás. De ahí que vive pendiente de los otros, y que su seguridad reside en la conformidad; en no apartarse del rebaño. El hombre debe estar de acuerdo con la sociedad, ir por el mismo camino y no apartarse de la opinión o de lo establecido por ésta.
La sociedad de consumo para funcionar bien necesita una clase de hombres que cooperen dócilmente en grupos numerosos que quieren consumir más y más, cuyos gustos estén estandarizados y que puedan ser fácilmente influidos y anticipados. Este tipo de sociedad necesita hombres que se sientan libres o independientes, que no estén sometidos a ninguna autoridad o principio o conciencia moral y que no obstante estén dispuestos a ser mandados, a hacer lo previsto, a encajar sin roces en la máquina social. Los hombres actuales son guiados sin fuerza, conducidos sin líderes, impulsados sin ninguna meta, salvo la de continuar en movimiento, de avanzar. Esta clase de hombre es el autómata, persona que se deja dirigir por otra.
El humano, debe trabajar para satisfacer sus deseos, los cuales son constantemente estimulados y dirigidos por la maquinaria económica. El sujeto automatizado se enfrenta a una situación peligrosa, ya que su razón se deteriora y decrece su inteligencia, adquiriendo la fuerza material más poderosa sin la sabiduría para emplearla.
El peligro que el autor ve en el futuro del humano es que éstos se conviertan en robots. Verdad es que los robots no se rebelan. Pero dada la naturaleza del humano, los robots no pueden vivir y mantenerse cuerdos. Entonces buscarán destruir el mundo y destruirse a sí mismos, pues ya no serán capaces de soportar el tedio de una vida falta de sentido y carente por completo de objetivos.
Para superar ese peligro el autor dice que se debe vencer la enajenación, debe vencer las actitudes pasivas y orientadas mercantilmente que ahora lo dominan y elegir en cambio una senda madura y productiva. Debe volver a adquirir el sentimiento de ser él mismo y retomar el valor de su vida interior.